Acaba de aparecer esta antología de poesía erótica de Eduardo Moga, con el título de "Lo profundo es la piel" (Libros de Aldarán, 2017), edición de Christian T. Arjona, quien también ilustra y prologa el libro. Se trata de un recorrido temático que incluye desde poemas del primer libro del barcelonés (de aquel lejano 1994 en que publicó "Ángel mortal"), hasta un poema en prosa, actual e inédito. El transcurrir de una vida en la que el erotismo y la sexualidad en todas sus expresiones, desde lo soez a lo sacro, desde lo lívido a lo libidinoso, se han convertido en una de las intensidades creativas donde más ha ahondado el poeta, y con la que ha sido continuador de la secular tradición literaria castellana que hace del amor y la muerte, "polvo serás, más polvo enamorado", finitud y eternidad del hombre. Moga sabe que el sexo y la memoria son las únicas posibilidades de superar la mortalidad, y así sobrevuela la contradicción que implica convertir la materialidad, la corporeidad finita, en sueño de persistencia y multiplicación. Lo dejó escrito en aquel su primer libro: "En esta noche solar, mi cuerpo pronuncia tu cuerpo / mientras la noche persiste". Y también en el poema que acaba este libro último: "Tu cuerpo es perenne como la muerte". "Lo profundo es la piel", goce y dolor a partes iguales, poesía contra toda esterilidad.