Mi padre aparcaba coches de lujo en un garaje de la Calle Ganduxer (en Pedralbes). Cuando en Navidades le pagaban el sueldo y la paga doble -en efectivo-, en vez de coger el metro, excepcionalmente, prefería volver a casa en taxi; se sentía más seguro. En una ocasión, al pedirle a un taxista que le llevara a la Calle Carretes, éste le dijo: Eso está por el barrio chino ¿no?, a lo que mi padre respondió: no se confunda, el barrio chino está aquí, por encima de la Diagonal, que es donde viven los mayores ladrones de toda Barcelona.
Listillo el taxista; sublime tu padre. Me gustan tus historias del Raval: cercanas, transparentes, llenas de vida. Saludos, Agustín.
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel!
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