Se ha dicho sobre "Y habré vivido"

Se ha dicho de "El violinista de Argelès"

sábado, 7 de abril de 2012

Escozor nuestro de cada día - Oración XXII


Ilustración de María Barredo

Las corbatas me turban. Soy un blasfemo en el centro comercial: los maniquíes -todo su plástico de color piel- me atosigan subliminalmente. Cuando te acicalas, no puedo parar de apretarte el nudo y hacerte abrir las piernas violentamente: la raya del pantalón debe exigir la exactitud y el roce de mi dedo índice; y si forcejeas durante el cacheo, te inmovilizo sujetándote los brazos con brusquedad. Así, frente al espejo, te tapo la boca con un cinturón de hebilla dorada y estiro desmesuradamente los tirantes que te sujetan. Mi tormento es esa sonrisa con la que finges dolor. Sé que es tarde, sé que llegarás tarde al despacho, pero quiero retenerte así: quiero que te pruebes todas las corbatas que te he comprado, mientras te desnudo; y sólo después, cuando haya elegido la que usarás para exhibirte, te dejaré marchar.

Agustín Calvo Galán, de Escozor nuestro de cada día. Próxima aparición en Editorial Ultramarina

2 comentarios:

  1. uffffffffffff..... los plumones se me erizan.... solo de leerlo.... que fuerte ....

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