Desvelar: Descubrir, poner de manifiesto // Quitar, impedir el sueño, no dejar dormir // Dicho de una persona: Poner gran cuidado y atención en lo que tiene a su cargo o desea hacer o conseguir. (Según RAE)

Un trayecto poético y visual de Agustín Calvo Galán

Las imágenes y videos y todos los textos: autoría de A.C.G. puedes usarlos, siempre y cuando menciones la procedencia y autoría. Gracias.

martes, 30 de septiembre de 2014

XI edición del Premio de Poesia César Simón

El premio de poesía César Simón (Universitat de València - Editorial Denes), coordinado por Begoña Pozo, llega a su XI edición. En esta ocasión el jurado, compuesto por Miguel Ángel Arcas, Teresa Garbí, Rafael Correcher, Ana Noguera y Víctor Gómez, reunido en Valencia el 29 de septiembre de 2014, otorgó el galardón al poemario titulado ‘Amar a un extranjero’, cuyo autor es Agustín Calvo Galán

http://www.uv.es/uvweb/universitat/es/llista-noticies/agustin-calvo-galan-guanya-xi-edicio-premi-poesia-cesar-simon-1285846070123/Noticia.html?id=1285919251463

http://premiocesarsimon.blogspot.com.es/

Muchísimas gracias al jurado!

viernes, 26 de septiembre de 2014

Escribo

como la hoguera sostiene cada
rama, cada trazo, cada astilla, cada
consonante, como sostiene la luz y después
la devora.

(Inédito)

lunes, 22 de septiembre de 2014

27 poetas visuales


V i s i o n e s Experimentales / 27 Poetas visuales españoles. 
Edición de Raúl Díaz Rosales
Anejo de Catálogos de Valverde 32, n.º 1, 2014

sábado, 13 de septiembre de 2014

HISTORIAS DEL RAVAL de Barcelona (XL)

El Raval tiene rincones que nos pueden recordar a otros lugares u otras ciudades del mundo, como por ejemplo la evocadora y exótica imagen que se nos presenta en la calle Elisabets, entre dos de las instituciones más importantes asentadas en el barrio: la Fundación CIDOB (Barcelona Certre for International Affairs, así, en inglés, figura su nombre en su web) y la librería La Central del Raval: un patio encierra cuatro altísimas palmeras que nos traen una sensación de oasis en medio del devenir de la ciudad febril y turistizada. Todos estos edificios, incluidas las palmeras, formaban parte de la antigua Casa de Misericordia, un inmenso complejo que estaba integrado por diferentes conventos, hospicios y centros de caridad: se trataba de una gran institución religiosa fundada en el siglo XVI, y que sufrió la desamortización y su desmembramiento en el siglo XIX. Su situación céntrica y privilegiada la convertía en un pastel la mar de jugoso para los especuladores de la época y, por supuesto, con el beneplácito de las autoridades (más o menos como en nuestros días). En la actualidad, las cuatro palmeras no solo nos recuerdan que aquí hubo un remanso de paz en la ciudad amurallada, también que nos encontramos en el sur de Europa, en el cálido Mediterráneo. Hay más palmeras en otras partes del Raval y de Barcelona, pero estas cuatro, recortadas en el cielo, enmarcadas entre edificios, son una agradable sorpresa para los que aprecien todo lo inesperado.