Durante varios
años (de 1978 a 1981) el cine Padró (que había estado situado en la Calle Cera,
nº 31) albergó la sede de la Filmoteca Nacional en Barcelona. Cuando en 1981 la
Generalitat asumió su gestión alejó del Raval la sede de la (rebautizada) Filmoteca de Catalunya
y la estableció primero en Travessera de Gràcia y más tarde, y durante muchos
años, en el cine Aquitania en la Av. de Sarrià; hasta que, recientemente, la
Filmoteca ha vuelto al Raval en un nuevo edificio en la Pl. Salvador Seguí.
Recuerdo aquel
viejo cine Padró: allí se reunía un público muy especial, se respiraba
libertad, los hombres llevaban barbas y gafas de pasta y las mujeres
pantalones o largas faldas. En una ocasión me llevaron a ver una película al Padró, debía tener yo diez u once años, y si no recuerdo mal vimos Todos los hombres del presidente de Alan J. Pakula. Recuerdo no haber
entendido absolutamente nada de la película, recuerdo la imposibilidad de seguir los subtítulos, recuerdo la extrañeza de aquel ambiente; y creo
que, por primera vez, supe que existían películas muy diferentes a las que se
veían en los cines habituales o en la televisión, películas que no se entendían
–tal y como decían mis mayores-.
El cine Padró cerró por problemas económicos
en 1985, y poco tiempo después fue derrumbado y en su lugar se construyeron
pisos ¿Cómo no?
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