Acaba Juan Manuel su libro con la palabra ripio y, sin embargo, nada hay en él más alejado del ripio que la forma perfectamente labrada de sus versos. "Cántigas y cárceles" forma un mapa que conjuga belleza formal y fondo de una manera natural; canto a la más honda poética del idioma y su trandición ancestral, hace de la sonoridad -crecida en apaciencia antigua-, modernidad de los sentidos; y se deshace de barrotes y cadenas para brotar como agua transparente, liberada al fin de cualquier artificio, para mayor goce de sus lectores.
Juan Manuel Macías, "Cántigas y cárceles", Isla de Siltolá, 2011
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