Acaba de aparecer Por el sueño afuera (Universidad de Sevilla, 2014), el libro con el que Adrián González da Costa ganó en el 2011 el XVIII Certamen Literario de la Universidad de Sevilla en su modalidad de poesía, un libro escrito desde el ahora para expresar el tiempo transcurrido, todo lo que queda en los pequeños detalles -narrados con sutil añoranza-, y en el que surge la figura materna como ensamblaje entre lo que va cambiando y lo que permanece:
Y es verdad. Recorre cada día
tantos años para llegar a mí, para arroparme. Y no
se cansa, dice. No
se cansa.
(Pág. 19)
La plasticidad de las imágenes nos recuerda, en relación a la presencia maternal, al protagonista de En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, en su infancia, cuando esperaba antes de dormirse, con gran ansiedad, que su madre viniera a darle un beso de buenas noches. Pero aquí González da Costa enfrenta esa presencia de la madre, ese recuerdo de bondad y alivio, a la paradójica necesidad de alejamiento, cortado ya el cordón umbilical, para conseguir por sí mismo no solo una identidad diferenciada sino también un crecimiento personal y, en este caso, creativo. Así:
Que no es bueno que a uno lo conozcan
ni quienes más lo quieren.
(Pág. 12)
Al fin, en ese juego de ocultaciones, identificaciones y diferencias, el poeta acaba con un largo poema, hondo y afilado, que apela directamente al lector como igual y como impostor, atando y conjurando así su propio ego. En definitiva, poesía de gran emoción, expresada con destilación y forma, creada desde la víscera pero modelada con la palabra más inteligente.
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