Vemos al hombre del gato
en Shibuya
en medio del gentío que pasa,
un enajenado con un gato en un bolso:
deja el gato entre los pies
de la estatua del perro Hachiko.
Los turistas fotografían el evento.
El hombre lo observa todo desde atrás
y sonríe.
El gato se exhibe tranquilo,
está más acostumbrado que nosotros
a las multitudes de Tokio.
(Diario de poemas, inédito)
en Shibuya
en medio del gentío que pasa,
un enajenado con un gato en un bolso:
deja el gato entre los pies
de la estatua del perro Hachiko.
Los turistas fotografían el evento.
El hombre lo observa todo desde atrás
y sonríe.
El gato se exhibe tranquilo,
está más acostumbrado que nosotros
a las multitudes de Tokio.
(Diario de poemas, inédito)
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