metálico nunca más podrá ser la misma maraña, la luz y las sombras, la confusión del abecedario, nada volverá a ser cómo fue y, sin embargo, su recuerdo sigue muy presente. Lo he recortado, le he cambiado los colores, lo he vuelto del revés, pero sigue igual de inmutable: es irresoluble y ahora lo acepto sin más.
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