El Raval sigue siendo un ámbito propicio para la inspiración literaria. El último ejemplo es la novela del periodista y escritor Albert Lladó, La Puerta (A Forteriori Editorial, 2013), recientemente aparecida, donde podemos recorrer el barrio de la mano de un joven estudiante de filosofía. En sus páginas leeremos y visitaremos locales con mucha solera en el Raval como los bares Muy Buenas, la Casa Almirall, el London, la Granja de Gavà o la Confitería, así como tiendas como el Indio, también jardines como los del antiguo Hospital de la Santa Creu, e instituciones como el Institut d'Estudis Catalans, o la impresionante sala Gimbernat (histórico anfiteatro de anatomía) de la Reial Academia de Medicina de Catalunya. Más allá de las vicisitudes vitales, sentimentales y formativas del protagonista, podremos degustar en La Puerta una literatura que recorre la ciudad a pie de calle, en itinerarios donde se nombran espacios e instantes que refuerzan la identificación del protagonista con un barrio cargado de historia y cultura, y en los que la realidad y la ficción se confunden, amalgamando intensidad, emotividad y creatividad.
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