El XI Premio Café 1916 ha venido a reconocer un libro de Juan Vico titulado El Claustro Rojo (Sloper, 2014) compuesto por once relatos sobre once artistas plásticos de diferentes épocas (unos pocos inventados, la mayoría reales como Degas, Schiele, Piranesi, etc.) Juan Vico escribe, en cada relato, un retrato indirecto de cada artista o, tal vez, podríamos decir que realiza un retrato en escorzo, pues la visión que da de cada uno de ellos es a través de un personaje inventado que lo conoce y trata durante un tiempo determinado. Ello permite a Vico crear una mirada original sobre el arte, pues al desviar la atención de los lectores a través de otros personajes, testigos de la acción de los artistas, realiza un juego de espejos en el que la creatividad literaria no está al servicio de la fama, de la hagiografía o de lo ya conocido, sino que explora detalles, sentimientos, sensaciones, anécdotas para componer un estimulante y genuino fresco. Además, las narraciones tratan temas como la locura y la genialidad, el amor y los celos, o, a un nivel más profundo, las intensas interconexiones entre literatura y arte. Asimismo, cada una de las historias están dotadas de un lenguaje específico, adaptado perfectamente no solo al momento histórico que trata, sino a la mentalidad de cada personaje protagonista. Al fin, este libro está formado por un conjunto perfectamente ensamblado de relatos, y destaca por contener vida en una prosa que deleita en todos los sentidos.
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